Esa mujer que danza
lo hace para nadie,
esa mujer sonríe
mientras la contornea
el son de los compases.
La música ilumina
su luna soñadora
y absorta balancea
de plata sus pendientes,
ofrendas de un amante,
cercana lejanía
que le custodia el alma.
El ritmo le dibuja
el cuerpo en su cadencia,
al son de los violines
y danza para todos
y danza para nadie.
Esa mujer que danza
lo hace para nadie,
esa mujer sonríe
mientras la contornea
el son de los compases.
Antigua criatura,
tu música nos trae
un tiempo de ausencias,
siempre vivos dolores.
Y cuando el ritmo alcanza
la luna inabarcable
tu noche se despierta
y al son de las trompetas
eres mujer de todos,
eres mujer de nadie
y lenta te deslizas
ciñendo a la cintura
un final sin finales.
Esa mujer que danza,
lo hace para nadie,
esa mujer sonríe
mientras la contornea
el son de los compases.
