<%@LANGUAGE="JAVASCRIPT" CODEPAGE="1252"%> El ojo obsceno - Carlos D. Pérez

El ojo obsceno


TYPOS editora, Buenos Aires, 1993. Agotado

Es indefectible. Lo expresado en un análisis, en una obra o en la vida cotidiana se recorta de un trasfondo de ausencia que en vano esperaríamos soslayar con teoría o con lo que a cada uno se le ocurra. Paradigma de ese afán es Narciso, que obsesionado en colmar el vacío de ser con la imagen de un joven que parecía mirarlo desde el espejo de agua, no puede hacer otra cosa que fijar en él sus ojos y el mundo se le apaga junto con la vida. Allí, enfrentados a una ausencia abierta que el psicoanálisis reconoce tanto como el artista, sólo cabe la producción de una metáfora interpretativa, y la mejor será la de mayor densidad poética.

Bello interpretar
de una palabra
verdadera,
ritmo despedazante
de lo que habla,
ausencia que permanece
en el silencio
que se escucha.
Mujer
de belleza consternada
que la poesía
desnuda
hasta el horror,
hasta que un ojo obsceno
se abre.

El ojo obsceno

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