<%@LANGUAGE="JAVASCRIPT" CODEPAGE="1252"%> Gracias de nada - Carlos D. Pérez


Gracias de nada


Música de Hernán Bonadeo

Sea de roble, de incienso o de pino
la casita de nuestro destino
por las noches soñada a destajo
y en el día orientando el trabajo.

Cuántas veces pensé un ceniciento
descansillo amparado del viento.
Yo la quise caliente, caliente,
esas tardes de insípido invierno.

Pero al rumbo de las estaciones,
en los tórridos días de verano
es la sombra de un sol incisivo,
sea de roble, de incienso o de pino.

Para quien ha pasado sin techo
largas noches de mil soledades
es amparo, equilibrio, sosiego,
ilusión, desvarío y verdades.

Liberados de todo pertrecho
sin apuro y sin duda entraremos
a esa casa de eterno cobijo,
sea de roble, de incienso o de pino.

Mientras tanto vivamos celosos
de pasiones, de amores, de odios,
de intemperie, de lunas, de estrellas,
hasta ver a su puerta entreabierta.

Nuestro ser, alcanzando su meta
será gracias de nada y tristeza
por aquel paraíso perdido
y el manzano una vez encontrado.

Para quien ha pasado sin techo
largas noches de mil soledades
es amparo, equilibrio, sosiego,
ilusión, desvarío y verdades.

Gracias de nada
Gracias de nada 

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