Analizarse con Freud

Letra Viva, Buenos Aires, 2001

Luego de padecer la muerte de seres queridos y en la presunción de que vendría una gran guerra, la poeta estadounidense Hilda Doolittle –firmaba H.D.- consultó a Freud en 1933 para comenzar un análisis, en la esperanza de encontrar una salida al sufrimiento. Una vez concluidas las sesiones, se sentaba en su pieza de hotel a redactar lo sucedido, a escribir el íntimo testimonio de su experiencia.
Él me confundió –se lee en esas notas-. Dijo: “En un análisis, la persona muere después que el análisis termina” ¿Qué persona? Afirmó: “No importaría que yo tuviera setenta y siete o cuarenta y siete años”. Ahora recuerdo que tendré cuarenta y siete años en mi próximo cumpleaños.
Sus notas tomaron forma de libro, Tributo a Freud (Shapire, 1979), y de un extenso poema, El Maestro. En el Club de Analistas fueron considerados estos impares relatos acerca del analizarse con Freud para examinar aspectos fundamentales de la clínica y la teoría psicoanalíticas. Este libro tuvo como punto de partida un coloquio en el que se discutió a partir de esas obras; en una segunda instancia las intervenciones –enunciadas espontáneamente, sin algo preparado con anterioridad- fueron desarrolladas, con lo que el resultado es un singular texto colectivo que comparte la frescura del estilo coloquial con la rigurosidad del escrito. Un estudio preliminar, a cargo de Martha Pérez, brinda una semblanza de la poeta, recopila documentos que incluyen cartas de Freud y ubica algunos pormenores del análisis transcurrido.